El control adaptivo de la presión aumenta la calidad de los cambios de marcha durante todo el tiempo de servicio del vehículo. Mientras tiene lugar el paso a una marcha superior, se miden los tiempos de rozamiento y se comparan con un margen de valores nominales. Las divergencias se almacenan reducidas a su valor medio. Tan pronto como se sobrepasa un valor límite programado, se aumenta o disminuye la presión a pasos de 0,1 bares. De ese modo se corrigen variaciones en el motor, se compensan diferencias en el forro de fricción y se efectúan adaptaciones barométricas.