El control automático de intervalos (AIC) detecta mediante un sensor de lluvia la humectación del parabrisas con agua o suciedad y, en función de ella, activa el limpiaparabrisas.
El AIC se compone de un cuerpo óptico pegado al parabrisas, al que está conectada una electrónica de evaluación.
El sistema está activo a partir de la posición 1 de la cerradura de encendido. El interruptor del limpia y lavaparabrisas ha de estar conectado en el primer escalón de fijación (posición de funcionamiento a intervalos).
La activación del motor limpiaparabrisas se efectúa mediante el módulo básico del ZKE. La electrónica de evaluación da al módulo básico, a través del bus K, la orden de activar el motor limpiaparabrisas.
El cuerpo óptico está pegado al parabrisas, detrás del espejo retrovisor interior. Consiste en un cuerpo de vidrio (prisma), que dirige al parabrisas, en un ángulo determinado, los rayos emitidos por diodos infrarrojos. Los rayos reflejados por el parabrisas los dirige el cuerpo óptico a los receptores de luz infrarroja.
Con objeto de que la óptica no se empañe, es calentada por un elemento de caldeo.
El cuerpo óptico es unido por pegamiento al parabrisas en un procedimiento especial, para garantizar las propiedades físicas del sistema. Esta técnica de pegamiento no se puede realizar en el ámbito del taller. En caso de cambiar el parabrisas, habrá que utilizar por tanto un parabrisas especial con cuerpo óptico pegado.
La electrónica de evaluación está unida con el cuerpo óptico a través de un encastre mecánico.
Ella contiene los componentes electrónicos, así como los diodos emisores y los receptores de luz infrarroja.
La orden de activar el motor limpiaparabrisas se da a través del interfaz del bus K.
La detección de una humectación se efectúa por la reflexión de rayos infrarrojos.
Cuando el parabrisas está seco, todos los rayos emitidos por los diodos infrarrojos "S", que inciden sobre el parabrisas en un ángulo definido, son reflejados por el parabrisas por completo y llegan así en su 100% a los receptores infrarrojos "E".
Si hay una gota de agua sobre el cristal (en la zona de los diodos infrarrojos), una parte de esos rayos es desviada. Esos rayos no llegan ya al receptor infrarrojo "E".
En función de la cantidad de los rayos infrarrojos que llegan a los receptores, se determina el grado de la humectación (o ensuciamiento) y, en caso dado, se da al módulo básico de la ZKE III, a través del bus K, la orden de activar el motor limpiaparabrisas.
Para conectar el control automático de intervalos hay que conmutar el interruptor del limpia y lavaparabrisas al primer escalón de fijación, hacia arriba (posición de estregado a intervalos), y la cerradura de encendido ha de encontrarse en la posición 1 ó 2.
El control automático de intervalos se encarga entonces de regular los intervalos de estregado. En caso de una humectación persistente del cristal (lluvia continua), el sistema activa el estregado continuo en el escalón 1.
El escalón de estregado 2 sólo se puede seguir prefijando a través del interruptor del limpiaparabrisas (tercer escalón de fijación).
Si se desconecta y conecta de nuevo el borne R estando el interruptor en la posición de estregado a intervalos, queda entonces desconectado el control automático de intervalos. Su activación sólo vuelve a tener lugar después de desconectar y conectar de nuevo el funcionamiento a intervalos.
La sensibilidad del sensor de lluvia se puede modificar mediante la rueda moleteada existente en el interruptor del limpia y lavaparabrisas.
Indicación
Se suprime el control de las fases de barrido, dependiente de la velocidad de marcha (reposición de la velocidad de barrido al parar el vehículo). En la serie de modelos E38 se suprime adicionalmente la función automática de rebatimiento del motor limpiaparabrisas (véase la descripción de funcionamiento del limpiaparabrisas) .
Para un funcionamiento perfecto del sensor de lluvia se precisan las siguientes condiciones:
Para garantizar un funcionamiento seguro, el parabrisas debería limpiarse regularmente con un detergente adecuado que disuelva la cera. Las gomas de estregado se deberían renovar con regularidad.
La reflectancia del parabrisas depende de numerosos factores. Además, ella disminuye a medida que envejece el cristal.
Una nueva electrónica de evaluación averigua con los primeros ciclos de estregado el grado de reflexión del cristal y lo memoriza de modo permanente. A partir de este momento tiene lugar una adaptación constante al cristal, que en el transcurso de los años experimenta cierto envejecimiento.
Los valores de adaptación valorizados pueden borrarse con el programa de diagnóstico (funciones de servicio). A continuación se puede realizar una nueva adaptación al cristal (inicialización).
El desarrollo de la inicialización está descrito en el desarrollo del programa.
La realización de esta inicialización es necesaria: