El control activo de trampillas de aire sirve para mejorar las propiedades de la aerodinámica del vehículo. De esta manera se consiguen disminuir las emisiones de CO2. Debido al espacio necesario para el montaje del control, éste no se puede combinar en la mayoría de modelos con los equipos opcionales xDrive, paquete deportivo, AFS o ACC. El control de las trampillas del aire inferiores debe suprimirse en los vehículos con turbocompresión.
La corriente de aire a través del radiador genera, con una velocidad de marcha ascendente, una elevada resistencia aerodinámica. Por este motivo, las trampillas del aire cerradas impiden, con una marcha normal, la corriente de aire a través del radiador. El control del motor calcula de forma continuada la potencia del radiador que se necesita y abre las trampillas sólo si realmente se requiere una mayor cantidad de aire de refrigeración.
Otra nueva ventaja del control de trampillas de aire es una marcha de calentamiento más corta del motor, ya que la temperatura de servicio se alcanza más rápidamente en un entorno mejor aislado.
Atención: Los trabajos en las trampillas de aire (sobre todo cuando se comprueba la dificultad de movimiento de las trampillas) solamente se deben llevar a cabo con el motor apagado. Existe peligro de lesiones.
Salvo error u omisión; sujeto a modificaciones técnicas.